El violonchelo o chelo es un instrumento musical de cuerda frotada, perteneciente a la familia del violín,[1] y de tamaño y registro entre la viola y el contrabajo. Se toca frotando un arco con las cuerdas,[2] y con el instrumento sujeto entre las piernas del violonchelista.
Según la Real Academia Española, en español se denomina chelo, violoncelo o violonchelo (con preferencia por este último).[3] En algunos países hispanohablantes, se utiliza también la palabra italiana violoncello (pronunciada como en italiano: violonchelo), que no está reconocida por dicha Academia.
En italiano también se abrevia cello (chelo). Según la Academia, el ejecutante de violonchelo se llama violonchelista, violoncelista o chelista. Forman parte fundamental en la orquesta, dentro del grupo de las cuerdas, realizando normalmente las particiones graves, aunque la versatilidad del instrumento les permite realizar partes melódicas.
Tradicionalmente es considerado uno de los instrumentos de cuerda que más se parece a la voz humana.[1] A lo largo de la historia de la música se han compuesto muchas obras para violonchelo debido a su gran importancia dentro del panorama musical al ser éste un instrumento básico en muchas formaciones instrumentales.
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